CRYPTOSPORIDIUM SPP.
DESCRIPCIÓN DE LA ENFERMEDAD
La criptosporidiosis es una
enfermedad gastrointestinal de distribución mundial causada por un protozoo del
género Cryptosporidium, que puede causar síntomas tanto en humanos como en
animales. Estudios de serovigilancia indican que la infección es común en
países desarrollados, y casi universal en los países más pobres. Las
infecciones asintomáticas son frecuentes y constituyen una fuente de infección
para otras personas. Los niños menores de 2 años de edad, las personas que
manipulan animales, los viajeros, hombres que tienen relaciones sexuales con
hombres y contactos personales íntimos de los individuos infectados pueden
infectarse con facilidad.
Agente
El género Cryptosporidium
comprende un grupo de parásitos protozoos. Los estudios de biología molecular junto a las especies huéspedes a
las que parasitan permiten hoy en día diferenciar las especies, unas 20 en la actualidad y
diferentes genotipos. Los genotipos que causan la mayoría de las infecciones en humanos son el “genotipo
humano”, conocido como C. hominis y el “genotipo bovino”, para el que se
mantiene la denominación de especie C.parvum.
Reservorio
Aunque los diferentes genotipos o
especies pueden tener especificidad de huésped, los reservorios más importantes para la enfermedad humana son los
seres humanos, el ganado bovino y otros animales domésticos. Los ooquistes de Cryptosporidium
parvum suelen encontrarse en el intestino del ganado ¿ bovino, especialmente de
los animales jóvenes (terneros) y pueden contaminar manantiales, aguas superficiales, depósitos de agua de consumo y
alimentos. La fuente de contaminación por C. hominis, suelen ser los humanos, bien a través de
aguas residuales o directamente de la persona enferma. Es importante señalar que los ooquistes resisten
a la cloración y se han asociado a brotes comunitarios causados por contaminación de agua de
consumo.
Modo de transmisión
El mecanismo de transmisión es
fecal-oral, incluyendo transmisión de persona a persona, de un animal a una
persona y la transmisión de origen hídrico y alimentario. Se han producido
brotes asociados al consumo de agua potable, al uso de aguas recreativas (como
piscinas y lagos contaminados), al consumo de bebidas no tratadas como sidra no
pasteurizada y leche cruda, entre otros. La infección se adquiere por la ingestión de ooquistes de
Cryptosporidium y la dosis infectiva es baja (la ingestión de 10-30 ooquistes
puede producir infección en personas sanas).
Periodo de incubación
Aunque no se conoce con exactitud
el periodo de incubación, este se sitúa probablemente entre 1 y 12 días, con un
promedio de 7 días.
Periodo de transmisibilidad
El periodo de transmisibilidad
depende de la excreción de los ooquistes, que constituyen las formas infectantes Los ooquistes aparecen en heces
desde el comienzo de los síntomas e infectan
inmediatamente después de ser excretados. Siguen siendo excretados en
las heces varias semanas después de desaparecer las manifestaciones clínicas.
Síntomas
El cuadro clínico se caracteriza
por una diarrea acuosa que puede acompañarse de calambres abdominales, pérdida
de apetito, febrícula, náuseas, vómitos y pérdida de peso, aunque la infección asintomática
es muy habitual. Cryptosporidium también puede causar una infección oportunista
en pacientes con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),
aunque la incidencia de esta infección
entre la población VIH ha disminuido considerablemente desde la introducción
del tratamiento antirretroviral de alta
eficacia.
Susceptibilidad
Las personas inmunocomprometidas
son particularmente susceptibles a la infección y pueden no ser capaces de eliminar el parásito.
Epidemiología.
El impacto global de las enfermedades diarreicas se estima en unos 62 millones de años de vida ajustados por discapacidad (DALYs). Aunque el peso de los diferentes patógenos que contribuyen a esta cifra es difícil de evaluar, la criptosporidiosis se considera una de las causas más frecuentes de diarrea en países que cuentan con datos epidemiológicos confiables.
(Karanis et al., 2007).
La criptosporidiosis es una enfermedad cosmopolita, con mayor en zonas con clima tropical o templado, y se presenta con frecuencia en pacientes con SIDA. En países en desarrollo, en los que prevalece una sanidad deficiente y hacinamiento, constituye una zoonosis de mayor importancia.
La
transmisión es fecal-oral, por contacto directo de hospedador-hospedador ya
través de alimentos o agua contaminados con ooquistes, infectantes en el
momento de ser eliminados con la materia fecal del hospedero. Cabe mencionar
que la criptosporidiosis se ha identificado en brotes epidémicos debidos a
fuentes de agua contaminada, de redes de agua potable, de superficie o
recreativas.
Los ooquistes de Cryptosporidium permanecen viables en agua de mar durante 1 año. También se ha documentado su concentración en moluscos bivalvos. La prevalencia de la enfermedad en países industrializados oscila entre 0.1 y 27.1%, con una media de 4.9%, mientras que en países en desarrollo los resultados varían entre 0.1 a 31.5% con una media de 7.9%, excluyendo los brotes epidémicos específicos y a los sujetos con SIDA.
Los ooquistes de Cryptosporidium permanecen viables en agua de mar durante 1 año. También se ha documentado su concentración en moluscos bivalvos. La prevalencia de la enfermedad en países industrializados oscila entre 0.1 y 27.1%, con una media de 4.9%, mientras que en países en desarrollo los resultados varían entre 0.1 a 31.5% con una media de 7.9%, excluyendo los brotes epidémicos específicos y a los sujetos con SIDA.
Gracias
a su pared gruesa, los ooquistes de Cryptosporidium resisten los tratamientos
químicos usuales: no sufren alteración después de ser expuestos a 80 ppm de
cloro/30 min, e incluso pueden tolerar 24 h en el cloro utilizado para
blanqueado de ropa. A concentraciones de 10 ppm, los ooquistes pueden
permanecer infectantes durante 48 horas. (Dillingham et al. 2002).
El empleo de ozono (1 ppm x 5 min), la congelación o calentamiento (>72° C durante 1 min o 45 °C por 10 - 20 min) son métodos más efectivos. Permanecen viables al cabo de una semana en la mayoría de los congeladores caseros. Debido a su tamaño, únicamente los filtros capaces de remover partículas de 1 µm resultan confiables.
El empleo de ozono (1 ppm x 5 min), la congelación o calentamiento (>72° C durante 1 min o 45 °C por 10 - 20 min) son métodos más efectivos. Permanecen viables al cabo de una semana en la mayoría de los congeladores caseros. Debido a su tamaño, únicamente los filtros capaces de remover partículas de 1 µm resultan confiables.
Morfología. Clasificación.
Los diferente autores reconocen entre 19 y 22 especies de Cryptosporidium spp., y se han identificado alrededor de 61 genotipos de especie incierta, con base en la secuencias de ssrRNA. La utilización de herramientas moleculares para el análisis genético, varias pruebas con PCR y el estudio de los microsatélites han confirmado la autenticidad de especies y la existencia de genotipos dentro de ellas. La taxonomía de este organismo está en rápida evolución; así, por ejemplo, Cryptosporidium pestis, antes el genotipo bovino de C. parvum, ha sido aceptado, de acuerdo al International Code of Zoological Nomenclature aunque aún existe debate al respecto. (Chalmers et al., 2010; Fayer. 2010; Šlapeta. 2011; Xiao et al., 2012).
La enfermedad en el humano se atribuye con mayor frecuencia a 8 de dichas especies, aunque existen reportes incidentales de infección por otros criptosporidios. (Chalmers, et al. 2010).
Modificado de: Chalmer RM, Davies AP. Clinical cryptosporidiosis. Ex.
Parasitol, Jan 2010.
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La mayoría de los ooquistes,
esféricos o elípticos, miden entre 4 - 6 µm y las características morfológicas
ayudan poco en la diferenciación de especies; se requiere de morfometría,
técnicas moleculares y el conocimiento de especificidad de hospedero para la
identificación correcta.
Ciclo biológico.
Ciclo biológico.
Los ooquistes de Cryptosporidium, con pared doble y 4 esporozoítos desnudos en su interior, sobreviven en el ambiente por largos periodos de tiempo (entre 20 - 30 °C, durante semanas/meses). Una vez en tracto digestivo, principalmente a nivel de intestino delgado, los esporozoítos (forma invasiva) son liberados a través de una ranura en los ooquistes en disolución.
Los esporozoítos poseen un complejo
apical, auxiliar en la adhesión a la membrana celular del hospedero, que
envuelve las formas invasivas del parásito y da lugar a una vacuola
parasitófora. Esta vacuola, que engloba al esporozoíto en un nicho protector especial,
intracelular pero extracitoplásmico (epicelular), presenta una región
electrodensa en la base, denominada organelo de alimentación.
El desarrollo ulterior comprende la
transformación del esporozoíto en trofozoíto y la reproducción de manera
asexual, pormerogonia (la división
celular es por endopoligenia: formación de células hijas por gemación), que da
lugar a merontes de dos tipos: merontes
I con 8 merozoítos, que invaden otras
células, con repetición del ciclo y formación de otros merontes I, o merontes
II, con 4 merozoítos; estos últimos dan origen a estadios sexuales y la
reproducción sexual ocurre por gametogonia, con micro y macrogametos.
Los cigotos resultantes pasan por una última fase de desarrollo ( esporogonia), que culmina con la producción de ooquistes
infectantes, de pared gruesa, con 4 esporozoítos desnudos (sin esporoquiste) y
su eliminación con las heces fecales.
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SEM. Cryptosporidium sp. Organelo de
alimentación expuesto. S.J. Upton,
Kansas University
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Cryptosporidium sp. en células
epiteliales de vesícula.
CDC/Dr. E. Ewing Jr |
Las 3 fases de reproducción abarcan
unas 12 - 24 h, con una nueva generación de parásitos y formas autoinfectantes
en cada ocasión. Ante tal número de organismos no es de extrañar que en sujetos
inmunocomprometidos las formas parasitarias puedan extenderse hasta conductos
biliares y pancreáticos, estómago y tracto respiratorio.
La autoinfección interna e infección crónica se explican por la sucesión de ciclos esquizogónicos. Sin embargo, la duración de la infección depende de varios factores, los más importantes asociados a la inmunocompetencia, edad y nutrición de los hospederos.
La autoinfección interna e infección crónica se explican por la sucesión de ciclos esquizogónicos. Sin embargo, la duración de la infección depende de varios factores, los más importantes asociados a la inmunocompetencia, edad y nutrición de los hospederos.
Espectro clínico.
Se contemplan:
- Estado de portador, asintomático.
- La enfermedad en sujetos inmunocompetentes, autolimitada, con duración entre 2 - 14 días, aunque puede prolongarse hasta 1 mes. Incluye diarrea acuosa , que puede ser de tipo coleriforme, ocasionalmente explosiva y fétida, dolor abdominal, flatulencia, vómito, anorexia, pérdida de peso.
- En menores de 2 años es más frecuente un cuadro severo, que incluye evacuaciones acuosas, ocasionalmente con moco, sin sangre, con deshidratación y desequilibrio electrolítico. Se ha asociado también a retardo en el crecimiento.
- La parasitosis en personas con algún tipo de inmunocompromiso, con diarrea de tipo coleriforme que puede representar la pérdida de varios litros (se han mencionado casos extremos con hasta 25 litros/24 h). Es una enfermedad asociada con frecuencia a pacientes con SIDA, quienes pueden presentar diarrea crónica de manera intermitente, con episodios hasta de 30 días y recurrencias. El desequilibrio hidroelectrolítico puede ser muy importante. Desarrollan sobre todo la parasitosis fulminante aquellos sujetos con cuentas de linfocitos CD4 menores a 50-100/µL con un síndrome de malabsorción más importante. La enfermedad extraintestinal (vesícula biliar, tracto respiratorio, hígado, páncreas) conlleva morbilidad y mortalidad mayores. Se ha reportado una mortalidad de aproximadamente el 50% en los 6 meses posteriores al inicio de la infección en estos sujetos.
Cualquiera de los cuadros asociado a
signos y síntomas puede ser causa de malabsorción intestinal.
Respuesta inmune y Patogenia.
- Es importante explicar los mecanismos que dan
lugar a la diarrea osmótica, inflamatoria y secretora que se presenta en
esta enfermedad, particularmente en sujetos inmunodeprimidos; sin embargo,
hacen falta estudios. Se considera que el origen es multifactorial: están
involucrados tanto el parásito como sus productos, la respuesta inmune del
hospedero, que dan lugar a deficiencias en la absorción a nivel de
intestino delgado y aumento en la secreción.
- Adhesión. Entre otros factores se contemplan
lectinas y glucoproteínas semejantes a la mucina, receptores de adherencia
del esporozoíto.
- Las células T, principalmente los linfocitos
CD4+ son fundamentales en la respuesta inmune contra los criptosporidios,
y al mismo tiempo, la atrofia de vellosidades y la hiperplasia de las
criptas son cambios patológicos asociados a las células T. (Chalmers et
al.
2010).
- Apoptosis. La cascada de señales pro-apoptosis
predominan a las 24 - 48 horas postinfección. Estudios in
vitro.
- Daño celular - Producido por el parásito.
Productos del esporozoíto están involucrados en la desorganización de las
uniones celulares, pérdida de la función de barrera, liberación de
lactato-dehidrogenasa e incremento en la muerte celular. Fosfolipasas,
proteasas, son moléculas que potencialmente pueden causar el daño tisular.
(Borowski et al. 2008; Ortega-Pierres et
al.
2009; Stark et al. 2010).
Histopatología.
Los cambios histopatológicos asociados a este organismo incluyen: diferentes grados de atrofia de las microvellosidades, edema de la submucosa, infiltrado inflamatorio mononuclear e hiperplasia de las criptas. Los estadios del parásito se observan en la zona apical de la membrana del enterocito.
Diagnóstico.
Es importante el diagnóstico diferencial con patologías causadas por Cyclospora e Cystoisospora, y otros patógenos intestinales que producen cuadros clínicos similares.
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Cryptosporidium sp. Ooquistes. Examen en fresco y Tinción ácido
alcohol.
Chiang Mai University, Thailand y CDC. |
Los ooquistes se recobran en materia
fecal. Cuando se sospecha compromiso extraintestinal, es prudente buscarlos en
bilis o esputo. La recuperación rutinaria se realiza por técnicas de
concentración/flotación, entre ellas la técnica de Sheather (con sacarosa a una
densidad de 1.27), el posterior extendido y tinción ácida mediante los métodos
de Kinyoun en frío o caliente o Ziehl-Neelsen modificado (con ambos se obtienen
ooquistes teñidos de color rojo).
Otra tinción de utilidad en los sitios donde se encuentra disponible es Acrifluor, que tiñe bien coccidios intestinales y micobacterias.
La observación de la muestra con microscopía de contraste de fase permite observar los ooquistes como cuerpos birrefringentes con uno o varios gránulos oscuros.
El material histológico obtenido por biopsia o durante la autopsia, previa fijación, se tiñe con hematoxilina-eosina o Giemsa, dadas las características basófilas de los estadios de desarrollo de Cryptosporidium. Esta técnica se utiliza principalmente en estudios patológicos.
En algunos lugares se efectúa la filtración de grandes volúmenes de agua con filtros de policarbonato con poros menores a 1 µm para la obtención y marcaje posterior de ooquistes.
Otra tinción de utilidad en los sitios donde se encuentra disponible es Acrifluor, que tiñe bien coccidios intestinales y micobacterias.
La observación de la muestra con microscopía de contraste de fase permite observar los ooquistes como cuerpos birrefringentes con uno o varios gránulos oscuros.
El material histológico obtenido por biopsia o durante la autopsia, previa fijación, se tiñe con hematoxilina-eosina o Giemsa, dadas las características basófilas de los estadios de desarrollo de Cryptosporidium. Esta técnica se utiliza principalmente en estudios patológicos.
En algunos lugares se efectúa la filtración de grandes volúmenes de agua con filtros de policarbonato con poros menores a 1 µm para la obtención y marcaje posterior de ooquistes.
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Cryptosporidium sp. Ooquistes
infectantes.
Contraste de fase. CDC |
IFA. Quistes Giardia y ooquistes Cryptosporidium. CDC
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También se utilizan kits (ELISA) para
la identificación de coproantígenos e inmunofluorescencia (IFA).
Se han desarrollado diferentes técnicas de PCR para la detección y diferenciación de Cryptosporidium spp. a nivel de especie/genotipo y subtipos.
Recientemente se ha descrito el empleo de una técnica de PCR en una plataforma robótica, para la identificación simultánea deCryptosporidium spp. y otros patógenos concomitantes en materia fecal. (Fletcher et al., 2012).
Se han desarrollado diferentes técnicas de PCR para la detección y diferenciación de Cryptosporidium spp. a nivel de especie/genotipo y subtipos.
Recientemente se ha descrito el empleo de una técnica de PCR en una plataforma robótica, para la identificación simultánea deCryptosporidium spp. y otros patógenos concomitantes en materia fecal. (Fletcher et al., 2012).
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C. parvum . Técnica DIC.
Lindquist HDA, EPA, EEUU.
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C. parvum . Técnica DAPI
(tinción vital que se basa en la absorción de fluorocromos específicos).
Lindquist HDA, EPA, EEUU.
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Ooquistes de Cryptosporidium parvum y quistes de Giardia lamblia .
Microscopia confocal. Lindquist HDA, EPA, EEUU. |
VIGILANCIA DE LA
ENFERMEDAD
Objetivos
1. Conocer y describir el patrón de presentación de la
criptosporidiasis en la población.
2. Detectar precozmente, controlar y prevenir brotes.
Definición de caso
Criterio clínico
Persona que presenta, al menos, una de las dos
manifestaciones siguientes:
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
Criterio de laboratorio
Al menos uno de los cuatro siguientes:
- Confirmación de ooquistes de Cryptosporidium en heces.
- Confirmación de Cryptosporidium en muestras biópsicas de
jugo intestinal o de intestino
delgado.
- Detección del ácido nucleico de Cryptosporidium en heces.
- Detección del antígeno de Cryptosporidium en heces.
Criterio epidemiológico
Una de las cinco relaciones epidemiológicas siguientes:
- Transmisión de persona a persona
- Exposición a una fuente común
- Transmisión de animal a persona
- Exposición a alimentos o agua de bebida contaminados
- Exposición medioambiental.
Clasificación de los
casos
Caso sospechoso: No procede
Caso probable: No procede.
Caso confirmado: Persona que satisface los criterios
clínicos y los analíticos.
MEDIDAS DE SALUD PÚBLICA
Organización de recursos
Toda
declaración de alerta por brote implica una intervención inmediata. Tras la
sospecha de alerta, el EAP, Epidemiología de distrito o Epidemiología en el
Equipo de Alerta Provincial deben iniciar la intervención, que se detallan en
el punto posterior. Desde la Delegación Provincial se garantizará la
realización de la intervención por las unidades implicadas. Medidas ante un
caso y sus contactos En la prevención de la criptosporidiosis son importantes
el manejo y tratamiento adecuados de las aguas que se utilizan en comunidades y
una buena higiene personal individualizada, especialmente en lo referente al
lavado de manos.
Ante
un caso de criptosporidiosis se deben tomar precauciones de tipo entérico. En
enfermos hospitalizados es importante seguir este tipo de precauciones en la
manipulación de las heces, los vómitos y la ropa personal y de cama
contaminadas. Para prevenir la extensión de la criptosporidiosis en centros
considerados de riesgo para la infección (en general aquellos que presten
atención a personas con necesidad de ayuda para las actividades básicas de la
vida diaria) se debe considerar la exclusión o aislamiento entérico de
cualquier persona con diarrea (hasta 48 horas tras la desaparición de la misma)
y extremar las medidas de higiene personal y el lavado de manos, especialmente
tras cambiar pañales de niños o pacientes infectados. Se debe evitar que las
personas sintomáticas manipulen comida o cuiden pacientes hospitalizados o institucionalizados
hasta que sean asintomáticas y es recomendable excluir a los niños con diarrea
de la guardería hasta la desaparición de la misma.
Debido
a que los ooquistes pueden seguir siendo excretados una vez finalizada la
diarrea, se recomienda que los casos eviten bañarse en piscinas durante las dos
semanas siguientes tras la desaparición de la diarrea. Para la investigación de
contactos se recomienda el examen microscópico de heces de los convivientes u
otros contactos sospechosos, especialmente si son sintomáticos. La
rehidratación es el principio básico del tratamiento.
Medidas ante un brote Es necesaria la
investigación epidemiológica de los agrupamientos de casos en una zona o
institución, para precisar la fuente de infección y el modo de transmisión. Hay
que buscar un vehículo común, como las aguas recreativas o de consumo, la leche
sin pasteurizar, u otros alimentos o bebidas potencialmente contaminados, y se
deben tomar las medidas de prevención o de control aplicables. Especialmente
cuando la sospecha de la fuente recaiga en agua de consumo, podría considerarse
la realización del genotipado de los Cryptosporidium identificados, a través
del laboratorio de referencia, con
el fin de determinar más fácilmente el origen de la contaminación y sus
correspondientes medidas de control. El control de la transmisión persona a
persona o de animal a persona requiere especial insistencia en la higiene
personal y la eliminación sanitaria de las heces.
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